Los piercing en la boca son poco recomedables para tu boca y tus dientes.
Los piercings son accesorios muy populares en España y otros países. Ponerse pendientes ya no es cosa exclusiva de mujeres... bueno realmente nunca lo ha sido. Lo curioso es que la gente se los coloca en los lugares más insospechados.
Cada vez es más habitual verlos en los labios, mejillas y la lengua. El equipo de CASHER DENTAL lo tiene muy claro: ¡Mejor no te los pongas y si ya los tienes mejor quitatelos! Es muy sencillo, es una forma de correr riesgos para tu boca, tus dientes y tu salud.
riesgos y cuidados para un piercing
Vale, estás decidido y te lo vas a poner sí o sí. Antes de hacerlo asegúrate que allí donde te lo coloques se siguen las medidas sanitarias requeridas. Si no se siguen corres el riesgo de contraer VIH, hepatitis... Una vez que te lo hayas puesto es probable que debas usar alguna pomada antibiótica como mínimo.
La boca es una cavidad séptica, es decir, hay muchas bacterias que pueden infectar la zona donde te hayas puesto el piercing. La sobreinfección después de colocarte un piercing puede degenerar en una angina de Ludwig (Infección e inflamación del suelo de la boca) y bacteriemia, ambos procesos pueden comprometer la vida de una persona y es imprescindible acudir a un centro hospitalario para recibir una atención médica adecuada.
La inflamación que puedas sufrir va limitar unos diás toda la actividad de tu boca, es decir, que esos días tendrás problemas para hablar, para masticar y tragar, para sonreir, para besar... Y eso si durante la implantación del piercing no se afecta algún nervio, ya sea sensitivo o motor. En este caso se puede sufrir una parestesia(ausencia de sensibilidad) o parálisis de la lengua o muculatura de labios y mejillas, pudiendo llegar a ser irreversibles.
El sangrado o hemorragia es otra complicación importante. Toda la cara y la boca esán ampliamente vascularizadas y un sangrado profuso requerirá también atención médica en un centro hospitalario. Las hemorragías y afecciones nerviosas son especialmente frecuentes a la hora de realizar piercings en la lengua. La lengua es un músculo por el que discurren muchos vasos sanguíneos y nervios, siendo muy difícil no afectar ninguno durante su colocación.
Otra complicación es la concerniente a las glándulas salivales. Estas se localizan en el suelo de la boca y las mejillas. Su afección puede reducir la secreción salival(con la consiguiente sequedad de boca).
Problemas dentales con los piercings
Y por fin, ¿qué pasa con tus dientes? Pues estos son los que con mayor frecuencia sufren lesiones por la acción de los piercings en la boca.
Abrasiones y fracturas
Los piercings generan un trauma continuado. Las abrasiones pueden generar sensibilidad dental, pero una fractura puede afectar el nervio del diente, necesitando la realización de la endodoncia (matar el nervio) e incluso provocar la pérdida de un diente y tener que reponerlo con un implante dental.
Recesiones gingivales
El trauma continuado en la encía afecta a la encía y al hueso que sujeta los dientes. De esa manera se retraen las encías y los dientes empiezan a sufrir también sensibilidad. También sufren movilidad ya que pierden el sustento esquelético. A todo esto hay que añadir la alteración estética que supone. Al retraerse la encía el diente da una sensación de ser muuuuyyyy largo.
Tratar estas retracciones es muy dificil ya que para que los injertos de encía queden bien "pegados" es necesario que haya hueso de soporte dental suficiente y , como hemos dicho, el trauma elimina este hueso también, con lo que los resultados de estos injertos son limitados... y por supuesto, es imprescindible quitar el piercing.
Desde CASHER DENTAL te pedimos que te lo pienses bien antes de sufrir riesgos innecesarios por "estetica facial".
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